DÉFICIT DE ATENCIÓN, ATENCIÓN DISPERSA

La Educación está enfrentando grandes retos en la actualidad, y uno de ellos tiene que ver con la capacidad de atención y concentración de los estudiantes. Una descompensación en la química del cerebro, particularmente con la dopamina y la noradrenalina (dos neurotransmisores bastante conocidos), produce un trastorno de la conducta que impide que la persona centre la atención en un tema en particular, por el tiempo suficiente como para que pueda aprenderlo. El asunto está en determinar si esa es la causa de la paca capacidad de concentración o es la consecuencia de una experiencia de aprendizaje carente de emociones positivas.

Aun cuando el problema viene creciendo en porcentaje de niños que lo padecen, (se habla de un 5% a un 10% de la población infantil), no hay que exagerar calificando a cada niño inquieto como hiperactivo.

Si un niño hace alguna actividad que requiera atención y concentración por un tiempo considerable, pero en el estudio no lo logra, lo más seguro es que las actividades académicas no estén siendo suficientemente motivadoras. En ese caso sería errado culpar al niño o decir que sufre de déficit de atención. 

La falta de información agrava el problema, por eso aquí se la brindamos para que pueda afrontarlo mejor.